Leer esto me animó a escribir sobre mi opinión similar, tras usar un iPad un poco… como me lo pienso, Apple publicó sus resultados y ya todo el muno ha escrito sobre las ventas «flojeantes» del iPad…

El caso es que estas dos últimas semanas he estado utilizando un iPad («original», el iPad, no yo por hacerlo). Tras hacerlo no puedo estar más que de acuerdo con Jean-Louis G. Y a lo mejor porque los dos somos «mayores» y que de repente el scroll natural sea lo contrario de lo que siempre ha sido… no lo hace natural. Natural es a lo que uno se acostumbra. Pero bueno.

La cuestión es sobre la utilidad de los tablets como sustitutos del ordenador. En este sentido leía a Jean-Louis Gassée en su Monday Note:

I recall my first-day disappointment when I went home and tried to write a Monday Note on my new iPad. It’s difficult — impossible, really — to create a real-life composite document, one that combines graphics, spreadsheet data, rich text from several sources and hyperlinks. For such tasks, the Rest of Us have to go back to our PCs and Macs.

I realize there are iPad users who happily perform “productivity tasks” on their iPads. Most of them use a stand and keyboard sold in a number of guises. The number of different offerings is a testament to a real need. (We’ll note that Apple doesn’t seem eager to address this issue directly. They don’t offer an “iPad-sized” keyboard — the Bluetooth keyboard I use is fine for my iMac, but feels gargantuan when I pair it with my iPad. And Apple’s iPad Dock hasn’t been updated to work with the “Lightning” connector on the newer iPads.)

The iPad’s limitations extend beyond classic office productivity tasks. I just tried to build an itinerary for a long postponed road trip, driving all the way from Key West Florida to Palo Alto. On a Mac, you can easily “print to PDF” to produce a map for each leg of the trip. Then you use the wonderful Preview app (I salute its author and dedicated maintainer) to emend unneeded pages, drag and drop, combine and rearrange the PDF files into a single document. Don’t try this on an iPad: How would you “print-to-PDF” a map page, let alone combine such pages?

Despite the inspiring ads, Apple’s hopes for the iPad overshot what the product can actually deliver. Although there’s a large numbers of iPad-only users, there’s also a substantial population of dual-use customers for whom both tablets and conventional PCs are now part of daily life.

I see the lull in iPad sales as a coming down to reality after unrealistic expectations, a realization that iPads aren’t as ready to replace PCs as many initially hoped.

In his introduction of the iPad in January, 2010, Jobs himself seemed a bit tentative when positioning his latest creation. Sitting in the Le Corbusier chair, Jobs stated that his new tablet would have to “find its place between the iPhone and the Mac”.

This “in-between place” is still elusive.

Repasando el origen de los tablets… hablaría primero de los smartphone. Yo creo que todo empezó con la Blackberry, con la salvedad del Nokia Communicator. La generalización de la blackberry fue la simiente de los smartphone; la BB trajo correo, mensajería instantánea y navegación con limitaciones (hablamos de 2001… (yo tuve la primera en 2004) así como las características de los PDA (notas, agendas, calendarios…). Vinieron Treo y otros que se manejaban igualmente bien con el mail y n mal navegador…

El siguiente salto del smartphone fue poner la potencia de un viejo PC en un aparato del tamaño de un teléfono (cabe en el bolsillo del vaquero) con pantalla de calidad y en color, aprovechando toda la superficie a través de los teclados por software y con un navegador «casi efectivo del todo» (jugando con el zoom de modo bastante cómodo y si no hay que ver páginas con flash, entonces la tecnología de moda). Puede tener mensajería instantánea, correo, navegar, teléfono y en caso de emergencias seria el montón de apps que incluso te permitían abrir una sesión VNC en un ordenador y resolver un gran problema en remoto, «desde el tren». Y con las tecnologías web responsive y adaptative, interactuar casi perfectamente bien (un poco rollo a veces por las DB en árbol que ralentizan la navegación en apps) con todo tipo de aplicaciones.

El caso es que un smartphone es suficiente para la mensajería instantánea, enriquecida o no con imágenes, audio y vídeo… y por eso es útil para twittear ay a whatsapp se le considera red social (no lo comparto). Así, si te alejas del ordenador un rato, no quedas desconectado, eso nos hace ubicuos pues podemos controlar esa comunicación que es una emergencia y atenderla si lo merece. Pero para determinadas tareas hay que regresar al ordenador porque escribir en los teclados virtuales no resulta tan cómodo, porque la localización de archivos que podrías tener que adjuntar no es cómoda… y porque si, ver una foto con zoom, o leer un mensaje se puede pero una vez hecha la frikada de abrir un VNC a tu ordenador y responder un mail desde el mismo a través del teléfono… pues decides que si tu ordenador es un portátil mejor llevarlo encima. Y para ese momento ya existe el «air» y los «netbooks».

Además en el smartphone, todo lo que sea lectura «continuada» es un poco incómodo, libros, agregadores tipo flipboard con aspecto de revista… los netbooks entraron en competir a precio y salieron lectores de e-books muy funcionales y eficaces. Y Jobs nos dió el iPad y se abrió el melón del tablet. Un lector de ebooks aunque no tan eficaz como los lectores de ebooks «dedicados». Una disposición más cómoda y eficaz de la mensajería instantánea y clientes de aplicaciones de redes sociales, si conectas con un VNC puedes casi trabajar, las aplicaciones de agregación son ahora, con ese tamaño «gorgeous» (ayudadas también por la capacidad de proceso y por causa del tamaño la larga duración de la batería), escribir era mucho más cómodo con un teclado algo más grande, el mails se maneja mejor… … vaya era mucho mejor que un teléfono, pero no puede hablar por teléfono así que necesitas dos dispositivos.

Y a su alrededor los servicios iCloud para que tengas varios dispositivos, eso sí, todos en sincronía y con «lo mismo». Y el resto siguió ese mismo juego, y empezaron a haber tantos tamaños como gustos y algunos menos cabezotas que Apple pusieron teléfonos en la tabletas, lo que tiene sentido si lo usas con un auricularcillo bluetooth que no te haga andar con un dispositivo del tamaño de una «cuartilla» en la oreja…

El iPad se vende com rosquillas, se itera e introduce mejoras y tamaños… pero no deja de ser un iPad y su limitación sigue siendo la creación de contenido; escribe un post como éste en él (por lo largo, supone mil correccioncitas –el sistema de cursor con lupa en iOS es brillante… pero es un coñazo si lo usas frecuentemente y no tan súper-preciso–), ten abiertas dos programas en su pantalla y ve eventos en uno mientras escribes un post en otro, o escucha una conferencia en un youtube en una pestaña mientras lees en otras (¿se puede hacer eso en el ipad?) o publica en un sitio con un bookmarklet en javascript… o salta de tarea y reorganiza tus carpetas con documentos como podrías hacer en un ordenador… sí, entiendo, diferentes necesidades, diferentes usuarios, diferentes dispositivos, la misma caja llenándose porque nos generamos necesidades que no son tal.

Si el tablet ha de sustituir al ordenador… entonces debería diseñarse como un producto para 3 ó 4 años, el ciclo de vida de la mayoría de equipos de informática (¿cuál es el tiempo de la extensión de garantía del AppleCare?), pero en los smartphones y tablets el plazo de necesidad de renovación (para ser funcionales con las últimas versiones de sistema y que las aplicaciones sigan funcionando y se actualicen) se ha reducido a la mitad.

Si los netbooks hubieran estado bien hechos (o mejor), si el MacBookAir de 11 pulgadas es una pasada… de verdad ¿quién quiere un iPad? Con el MBA tengo la ligereza y el tamaño y la versatilidad. (Sí, deberían llevar hueco para una SIM para «conectarte» y para hablar con ellos por teléfono).

Y si quieres un pijadilla multisolución, a lo mejor un portátil como el MBA de 11 con una pantalla reversible (sí, esto existió, pero eran «trasto») y dos OS (en función de la posición de la pantalla cerrada o abierta), que te permita consumir contenido y si lo necesitas crear o manejar de modo estándar poder hacerlo… sí, se que parezco un ludita o poco innovador pensando en hacer las cosas como hasta ahora se hacían (uno de los límites de la innovación es que pensamos con lo que hay hoy y tenemos que poder imaginar otra cosa que no existe).

Pero también hay que darse cuenta (aunque sea a posteriori) si la innovación por la innovación ha tenido sentido… ¿aporta una mejora? O aporta una novedad innecesaria que se va a convertir en tendencia de marketing… Y aquí es donde entiendo lo que dice Jean-Louis y dónde yo me pregunto si esta tendencia a la baja del mercado iPad lo será también para el mercado tablet en general.

Entiendo que hay tantas necesidades como usuarios. Si compras un tablet como único dispositivo valora muy bien qué es lo que quieres de él… No tendrás ese problema si compras un ordenador, te dará lo mismo que un tablet y mucho más (vale si has conocido alguna app fantástica en un iPad como «zite»… pues no la tendrás tan fácilmente, pero porque el desarrollador no quiere, porque perfectamente podrían hacer lo mismo por navegador o app para Mac  (chsst, chsst!! sí puedes tenerlo con «blue stacks»).

Porque… ¿de verdad estamos preparados para la era post-pc? ¿O de verdad la era post-pc que Jobs anunció es la de quitarnos el poder de crear para dejarnos el poder de consumir lo que nos den? ¿Nos hemos de limitar a escribir tuits como muestra de lo que es capaz de hacer el ser humano? O whatsapps con el emoji de una mierdecita con ojos… :-((

Lo dudo, fue Jobs quien dijo «el ordenador es una bicicleta para la mente» (el ordenador nos permite desarrollar nuestro intelecto y capacidades en la misma medida en que la bicicleta nos permite desplazarnos de modo mucho más eficaz). Venga, busca, copia y enlaza un texto, como esto, en un smartphone o tablet…

¿Y qué opinas tú? Anda, deja un comentario constructivo sobre tu manera de ver lo que esta pasando en el mercado .