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A principio de agosto el suplemento XL Semanal (Taller de Editores, S.A. –vocento–) publicó un reportaje sobre Steve Jobs. Como recalcitrante mackero no pude dejar de indignarme por los pequeños detalles con los que no estaba de acuerdo o que creía conocer mejor que los autores (Giuseppe di Grazia y Karsten Lemm).

El artículo no tiene desperdicio para conocer un poco  mejor a Jobs, pero tiene lo que yo considero inexactitudes.

Empezó la cosa en la portada del suplemento (dedicada a Steve) dónde se referían a él como el «excéntrico» fundador de Apple y a su enfermedad como extraña. No se si extraño es el mejor término que puede utilizar un periodista (quizá sí por ser un periodista) para referirse a una variante inusual de cáncer de páncreas que suele resolverse con cirugía, o a un transplante de hígado. Pero lo que realmente es uso periodístico es lo de «excéntrico»: Jobs es uno de los empresarios menos excéntricos, no se le conocen grandes excentricidades aparte de la de aparcar en las plazas para minusválidos… me gustaría saber a qué se refieren, porque el extenso artículo no da muchas pistas.

Ya en el cuarto párrafo se faltan con los usuarios … «a veces sus aparatos no funcionan bien, aunque nadie que posea uno lo reconocerá». Poco leen nuestros blogs y foros.

En el párrafo décimosexto la sorpresa: «a Jobs no lo ha visto nunca en reuniones de padres y actos sociales. Son muy vulgares para él». En fin, poco leen nuestros blgs y foros, porque incluso existen fotos de Steve (previas al lanzamiento del iPhone) en un partido de fútbol (soccer) en la que utilizaba un teléfono sobre el que se especuló si sería un prototipo de iPhone. Y decir que no va a los actos por considerarlos vulgares … supongo que dirigir Apple requiere cierta atención.

En el siguiente párrafo retoman lo que dicen que él llama «su pequeño juego» (debe ser alguna declaración que se me ha pasado), refiriéndose al aparcamiento en las plazas de minusválidos y a conducir su coche sin matrícula y que no le gusta hacer cosas corrientes. Supongo que si le gustara hacer cosas corrientes no tendríamos una Apple como la que tenemos hoy y, si bien lo de las plazas de minusválidos es criticable –qué le costaría ponerse una para el C.E.O. en el parking, junto a las de minusválidos, más próximas a las puertas–. Lo de la matrícula es otra manipulación … Jobs no lleva matrícula, hasta donde yo se, no por salirse de la norma, sino porque la mitomanía hace que se la hayan robado varias veces. Parece que esto es bastante normal en California y, como algunas estrellas de cine por ejemplo, Jobs utiliza una autorización especial que le exime de llevar matrícula en su coche.

Al llegar al párrafo 19 mi sorpresa es mayúscula cuando los autores o traductores dicen «en un anuncio publicitario se veía a sí mismo a la altura de Gandhi, John Lennon, Bob Dylan y Martin Luther King». Por favor!! El anuncio Think Different homenajea a algunas personas que han pensado diferente a lo largo de la historia, algunos de los cuales han colaborado en el progreso de la raza humana; los que piensan que pueden cambiar el mundo y lo hacen. Pero ni Jobs es citado, ni Apple se posiciona tampoco como tal, sino como firma que homenajea a esos que piensan diferente. Es un anuncio puramente inspiracional, si uso o empiezo a usar Mac estoy rindiendo tributo a esos que han cambiado el mundo y de paso estoy demostrando que yo pienso diferente y quien sabe si podría cambiarlo. Se pretende que el potencial comprador se identifique con los protagonistas del anuncio. No es Jobs quien se identifica, desde luego, y menos en el año 1997, cuando se produjo el anunucio, cuando Steve no había alcanzado ese nivel de «rock-star» del que ¿disfruta? ahora.

Mi último chasco llega en la página enfrentada al párrafo sobre el anuncio de Think Different dónde 5 fotos de personajes «famosos» con sus móviles se titulan globalmente «Desde un ex talibán a hilton. ¡No sin mi iPhone!» … pues de los cinco 2 no lo llevan: Sarah Jessica Parker lleva y se ve claramente una Blackberry y Paris Hilton … juraría que eso no es un iPhone salvo que llevara una carcasa  muy especial.

Como véis son lapsus sin demasiada importancia, pero que dan un poco de rabia porque no tratan de ser amables en la duda y no cuentan realidades contrastadas. Aún así el reportaje resulta interesante tanto para los «forofos» de la marca y/o de su líder, como para los que la desconocen y se aproximan a ella o a su –hasta el momento– máximo responsable, que encontrarán una breve biografía con algún sesgo de la personalidad de Jobs, el hombre tras el éxito de Apple.