¿Qué podía haber hecho Apple?
No demasiado, siendo realistas. Dado el tamaño del mercado chino, la obsesión de Apple con el mismo y el control férreo de la dictadura del partido comunista chino, el poder de negociación de una empresa es casi nulo. Lo único que podía haber hecho era un comunicado algo más honesto… y no lo hizo.
El problema no es tanto de quién es la mano que cerró el grifo a HKMap.live, sino la existencia en sí de un grifo que permite el acceso exclusivo a software para nuestros teléfonos. El problema no es lo que Apple y el gobierno Chino han hecho. La existencia de una App Store es el problema en sí.
Mientras exista una sola llave que dé acceso a millones de dispositivos, existirá la tentación de abusar de ella. Apple lo ha hecho en el pasado repetidas veces y el primero que recuerdo es de hace ocho años, así que no se trata de una tendencia nueva.
Dicha tendencia no solo parece estar frenándose, sino que se extiende cada vez más a otras plataformas propiedad de la empresa. No es descabellado que en un futuro próximo tengamos que hacer un jailbreak al mac para instalar software que no haya sido aprobado por Apple.
La Gran Muralla de Apple
¿Qué podemos hacer los desarrolladores? Si eres un desarrollador móvil, francamente poco. Los usuarios de nuestras aplicaciones no son nuestros clientes: Apple y Google lo son. No tenemos ningún control sobre la relación que queremos establecer con los usuarios del software que creamos.
No tenemos ni siquiera control sobre el código que se instala, ya que Apple lo recompila antes de descargarlo. Si en el futuro desea inyectar código o funcionalidades (si no lo hace ya), no hay nada que podamos hacer. No sabemos ni siquiera si mañana nuestro software seguirá disponible. En resumidas cuentas, hemos vendido nuestras almas.
Mientras mirábamos para otro lado, Apple ha construido una gran muralla entre nosotros y nuestros clientes.